Cuando me preguntan si trabajo con personas adultas o con niñ@s, yo siempre digo que al final, venga quien venga, acabo trabajando con niñ@s.
Niñ@s que no fueron mirados o escuchados. Niñ@s que no fueron aceptados. Niñ@s que tuvieron que ejercer roles más grandes que ellos. Niñ@s que fueron abusados, acosados, maltratados. Niñ@s que no fueron suficientemente ayudados. Que sobrevivieron y que lograron al final, a través del adulto que llegaron a ser, encontrar un sitio donde por fin alguien los pudiera ver.
Así que sí, siempre trabajo con niñ@s.