El Proceso Terapéutico es un camino de crecimiento y evolución personal. Partiendo desde el punto en el que nos encontramos iremos trabajando la toma de conciencia de aquellos aspectos que pueden estar generando sufrimiento y que muchas veces no vemos, rechazamos o incluso hemos olvidado: “me doy cuenta”. También exploraremos y aprenderemos nuevas formas de ver las cosas y modos distintos de afrontamiento.
Siempre explico a mis pacientes que l@s psicólog@s somos como focos de luz que facilitan el poder entender. Ayudamos a que la persona ilumine su historia para que pueda mirarla y comprenderla bien. No siempre es fácil mirar en soledad las zonas menos iluminadas de nuestra vida. Al acercarnos con la compañía de otra persona puede ser más fácil entender qué sucede, cómo sucede y para qué sucede. Por ello el proceso terapéutico es también un lugar de compromiso con el propio crecimiento: “me hago responsable y decido adentrarme en mi historia y en comprenderme mejor”.
En definitiva, esta travesía, que comienza con la comprensión de las cosas, abrirá las puertas a elecciones más conscientes acerca de cómo vivir las situaciones que nos rodean y al aprendizaje de nuevas formas de hacer con aquello que nos pasa: “elijo y actúo”.
Por último destacar la importancia de contar con el apoyo de un profesional con experiencia y formación en los diferentes trastornos que existen, así como en los procedimientos más eficaces para su evaluación, diagnóstico, prevención y tratamiento. Garantizando una atención basada en conocimientos ampliamente contrastados.
La terapia puede tener varios formatos, en este momento realizo consulta online para:
- Terapia de adultos: Normalmente la persona que acude a consulta de forma individual lo hace por decisión propia tras un periodo de malestar significativo o ante una situación que le genera dificultades. En este caso se realizará una primera entrevista para exponer qué sucede y qué necesita. Tras ese primer contacto se establecerá un compromiso de trabajo que se irá revisando de forma conjunta en función de la evolución del proceso.
- Sesiones puntuales a modo de consulta express: En ocasiones la persona no quiere realizar un proceso de terapia al uso con sesiones semanales o con una duración prolongada. Pero sí necesita el acompañamiento puntual de una persona cualificada para clarificar algún asunto concreto o tener una opinión profesional. Esta modalidad tiene un enfoque muy de presente y está muy centrado en promover la activación de los recursos disponibles en el momento de la consulta y para la cuestión concreta que se plantea. Lógicamente esta intervención es limitada, pero a algunas personas le es suficiente con una o varias sesiones puntuales para gestionar eso que les genera inquietud.